Ciudad De Un Día

“La ciudad habla, aunque hora grita de un lugar a otro, como una bestia humillada. Con tal horror, que hizo huir a sus habitantes, haciéndolos correr sin saber cómo ni cuándo volver, ni siquiera recuerdan quienes fueron, lo que hacían o porqué dejaron tantas marcas en sus lugares cotidianos; las costas, sus casas y salones, fábricas y oficinas, patios traseros y pequeños jardines, escuelas, e incluso los dormitorios donde se amaron, ahora crujen ante el recuerdo de sus pisadas, como un alma seca que se sumerge en lo profundo. Sólo los huesos torcidos de sus edificios sostienen la cal del recuerdo, donde se amarran las baldosas como escamas de un cuero mohoso, congelado por tanta indiferencia y abandono. Esta es la CIUDAD DE UN DÍA, la que no tiene paisajes.”

Este trabajo del fotógrafo Carlos Avello recorre espacios fronterizos, desiertos, en donde se intuye la presencia humana como algo lejano que ha dejado una huella que lentamente borrara el tiempo.